jueves, 18 de diciembre de 2014

ROMA CIUDAD ETERNA









Plaza de San Pedro

En septiembre de este año 2014 que ya se acaba hemos tenido la oportunidad de hacer una pequeña visita a Roma.

Digo pequeña porque fue durante un crucero y apenas duró unas horas. Aunque, dada la magnitud artística de esta ciudad, cualquier cantidad de tiempo que se le dedique será siempre "una pequeña visita".

Todos hemos visto en alguna ocasión, en la televisión, la plaza y basílica de San Pedro.  Pero nada como estar allí para hacerse cargo de las proporciones tan descomunales. Ni siquiera en las fotos, como la que se incluye en esta entrada, nos sirve para tomar conciencia real de los tamaños. La basílica tiene, desde la entrada hasta el ábside, 193 metros de longitud. Pensad que un campo de fútbol tiene 105 metros de largo. Pues la basílica es justo el doble en longitud. Intentad ahora, mentalmente, meter el Bernabeu dentro. Cabría, pero, ni aún sabiendo estas medidas, terminamos de creerlo. Sólo estando allí tomamos conciencia de esto.
Baldaquino de Bernini
El mismo baldaquino, de Bernini, tiene una altura de 28 metros. Más que muchos bloques de pisos, pero, con una obra de semejantes proporciones, es difícil de percibir.

Es tanta la riqueza que se puede apreciar en cada uno de los rincones, que uno no puede dejar de sonrojarse al ver aquello, y pensar que la Iglesia de la época en que se construyó vivía más de cara al poder que por los pobres y los fieles. Al menos la cúpula del poder. Bueno... No hay tampoco demasiadas diferencias respecto de la época actual.

Y...Nada más entrar, a la derecha, protegida por un cristal una de las obras más famosas de Miguel Angel, con permiso de la Capilla Sixtina... Le piedad.  Del siglo XV, parece una pequeña estatua, pero tiene unas medidas de 174x195 centímetros. No es pequeña, pero todo lo que veamos alli nos lo parecerá, dadas las proporciones inmensas del edificio..
La piedad de Miguel Angel

Desafortunadamente, el día que pudimos visitar la basílica había una cola interminable de personas, y tardamos más de una hora en entrar, estuvimos más tiempo fuera que dentro, y, aunque estuvimos todo el día en Roma, había muchísimas cosas que ver.

Diría que, a nivel cultural esta ciudad es de las más completas del mundo. Con sus cerca de 3.000 años de historia, una escapada de unas cuatro/cinco noches nos va a permitir apreciar lugares tan emblemáticos con el Coliseo la fontana Di Trevi, la Piazza Navona, el Panteón, el monumento a Victor Manuel II, las termas de Caracalla, el arco de Trajano, el Foro romano, la piazza Di Spagna...

Sin duda alguna nos faltarán ojos, hay tanto que ver y casi siempre tan poco tiempo. Lo mejor alojarse en un hotel céntrico, ya que en Roma sólo hay una línea de metro, y el tráfico no es nada fácil. De hecho nos daremos cuenta allí, Roma es la ciudad de los Smart. Hay muchísimos.




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